Ghandi decía: “Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras. Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos. Cuida tus actos, porque convertirán en tus hábitos. Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino”
Y no le faltaba razón; ya que los hábitos, esas pequeñas acciones cotidianas que repetimos automáticamente, dan forma a nuestro día a día y guían nuestra vida:
- Si haces deporte y te alimentas de manera nutritiva y saludable tendrás mejor salud a largo plazo y mayor calidad de vida para disfrutar de tu familia y las cosas que te gustan.
- Si cultivas el hábito de la meditación, o bien te dedicas unas horas a la semana a practicar ejercicios de relajación, yoga o simplemente “estar presente” realizando cualquier actividad, probablemente manejarás muchísimo mejor tu ansiedad.
- Si reservas tiempo para ti, para tu autocuidado, ganarás autoestima y seguridad en ti mismo.
- Si organizas tu tiempo y creas nuevas rutinas y hábitos de productividad, serás capaz de plantearte objetivos y alcanzarlos con mucha más facilidad.
- Etc.
Aquello a lo que dedicas tu tiempo y esfuerzo cotidiano hoy es lo que estás cultivando para el futuro. Dedícate unos minutos para reflexionar sobre tus rutinas y hábitos actuales y hacia dónde te están dirigiendo. Si ese camino te gusta, ¡estupendo! Estás haciendo muy buen trabajo. Pero, si no es así, te animo que nos pongamos a trabajar en ello antes de que el malestar llame a tu puerta.
