AGRESIVIDAD / IMPULSIVIDAD / GESTIÓN DE LA IRA

La ira es la emoción más explosiva de todas. Es la que más asusta a los demás, y muchas veces, la que más rápido aparece y antes desemboca en descontrol.

Si tienes problemas con la ira sabrás lo difícil que puede resultar manejarla, sobre todo si no sabes cómo. La ira es la emoción relacionada con el enfado. En ocasiones es necesaria, sana y adaptativa. Pero produce problemas cuando aparece en momentos inapropiados o en una intensidad desmedida.

La ira es una emoción que sentimos los seres humanos cundo algo o alguien nos amenaza. Cuando nos sentimos pisados o maltratados. Cuando alguien limita nuestra libertad o nuestro ser. Es una emoción defensiva que entra en juego cuando nos sentimos atacados o vulnerables. A primera vista puede parecer que lo que busca es destruir. Pero en realidad busca protegernos, o bien de peligros externos, o bien de una tensión emocional interna que necesita expresarse de alguna manera.

Pero ¡Cuidado! La ira es una magnífica pantalla de humo para otras emociones más difíciles de sentir. Sí, la ira es difícil de gestionar, pero es mucho más agradable que una tristeza profunda o que una culpa punzante. Y como es tan espectacular y ruidosa, tapa muy bien otras emociones que podemos estar sintiendo. Nos protege de ellas, pero también nos aleja y por tanto nos dificulta verlas y gestionarlas como necesitamos.

Además la ira tiende a expresarse en los lugares y con las personas que no toca. Por ejemplo, cuando explotas con tu familia, tu mejor amigo o tu pareja en lugar de con el compañero de trabajo que realmente te ha ofendido.

Si te sientes identificado con esta situación, si tus estallidos de ira te han traído cada vez más problemas, si a pesar de todo no te ves capaz de manejarla, yo puedo ayudarte a gestionarla de manera adecuada.